Los conocemos gracias a los avances tecnológicos
¿Has escuchado hablar de los sismos de magnitud negativa? Los terremotos se miden de acuerdo a la energía que liberan, entonces ¿un sismo de magnitud negativa hace todo lo contrario y absorbe energía? ¿Son peligrosos?
En realidad, el nombre no se debe a que exista un fenómeno geológico, más bien es un término que nació gracias a los avances tecnológicos. En 1935, Charles Richter y Beno Gutenberg crearon una escala para medir los sismos, la famosa Escala de Richter.
Con el sismógrafo de torsión de Wood-Anderson midieron los sismos de California. Sabemos que estos movimientos en la tierra se deben al movimiento de las placas tectónicas, pero este instrumento también detecta aquellos ocasionados por explosiones o erupciones volcánicas. Por ello, Richter y Gutenberg tuvieron que crear un punto arbitrario para el inicio de la medición de una onda.

Lo que ahora llamamos sismos de magnitud negativa
En esa época la tecnología solo podía detectar sismos a partir de la magnitud 3, y aunque hoy en día ya no se utiliza la Escala de Richter como en ese entonces, la tecnología también vino a cambiar la medición. Ahora podemos medir movimientos con instrumentos mucho más sensibles.
Gracias a esto aparecieron los números negativos. Estos terremotos son tan pequeños que es imposible que los humanos los sintamos, así que no son peligrosos.
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