Aunque se habla de censura, los “narcocorridos” y la “narcocultura” no generan la violencia ni el narcotráfico, sino que son consecuencia de
En las últimas semanas la censura a los «narcocorridos» ha tomado fuerza y se han implementado prohibiciones en diferentes municipios y estados de México, pero ¿la prohibición de este tipo de música sirve de algo?
En Ruido en la Red platicamos con el doctor Juan Carlos Ramírez-Pimienta, profesor de la Universidad Estatal de San Diego y experto en corridos, sobre si el prohibicionismo y la censura son la solución.
Censura a los “narcocorridos” en México
La polémica en torno a la censura de los “narcocorridos” creció luego de que Los Alegres del Barranco homenajearon durante sus conciertos al líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Nemesio Oseguera, alias “El Mencho”.
La conversación tomó más fuerza tras el incidente de violencia durante la Feria de Texcoco, cuando el público comenzó a destruir el escenario tras la negativa del cantante Luis R. Conriquez de cantar “narcocorridos”.
Ante esto, autoridades de diferentes estados del país han tomado acciones para prohibirlos, por ejemplo, en Michoacán firmarán un decreto para evitar que se cante este tipo de música en espacios públicos.
Además, a horas previas de la Feria de San Marcos en Aguascalientes, el Congreso estatal aprobó una iniciativa para prohibir los “narcocorridos”, de igual manera en lugares públicos.
Medidas similares se han tomado en Chihuahua, Nayarit, Quintana Roo, Jalisco, así como en tres municipios del Estado de México y uno en Baja California, donde se aplican multas y hasta cárcel a quienes hagan espectáculos que promuevan la violencia y hagan apología a ésta.
¿Solución a un problema real?
Es innegable que México es un país violento, lo que menos necesitamos es la apología a la violencia y la normalización de ésta. Pero los “narcocorridos” y la “narcocultura” no generan la violencia ni el narcotráfico, sino que son consecuencia de.
Ya están diciendo: «vamos a combatir la narcocultura”. Y el principal objetivo debe ser combatir el narcotráfico y como consecuencia de combatir el narcotráfico se va a combatir la narcocultura. No es al revés”.
Juan Carlos Ramírez-Pimienta
El Dr. Juan Carlos explica que en ocasiones la censura es contraproducente, pues lo único que hace es generar más morbo, como lo es el caso de Los Alegres del Barranco.
«El del palenque», corrido dedicado a “El Mencho”, era poco conocido y tras la polémica se volvió en una de las canciones y letras más buscadas a nivel mundial.
El prohibicionismo resulta ser la salida más fácil para los políticos, en lugar de entender el trasfondo y por qué se consume este tipo de contenido.
“El Mencho”:
— ¿Por qué es Tendencia? (@porktendencia) March 31, 2025
Porque Los Alegres del Barranco interpretaron ‘El Señor de los Gallos’, un corrido dedicado a El Mencho, líder del CJNG, durante su presentación en Guadalajara. pic.twitter.com/zyefF1vXIS
¿Por qué se escuchan los «narcocorridos»?
México es un país con una enorme desigualdad social, donde el 36.6 % de la población vive en situación de pobreza, de acuerdo con el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
Cuando realmente comienza a explotar esta noción de narcocultura que tenemos hoy en día, desde mi punto de vista, es a la par de las crisis económicas”.
Juan Carlos Ramírez-Pimienta
Además, desde hace décadas el Estado ha violentado los derechos básicos de parte de la población, por lo que consumir contenido que genera fantasías momentáneas como tener dinero o poder se vuelven parte de nuestro día a día.
Y más en nuestra generación, que como lo dijo el doctor Juan Carlos Ramírez-Pimienta, será la primera que posiblemente no vaya a vivir mejor que la de nuestros padres.
Incluso tener acceso a una licenciatura ya no garantiza tener un buen empleo, acceso a una vivienda o a la jubilación, por lo que en palabras del experto, nuestra generación vive en constante angustia.
Es una generación que vive en la angustia. Una generación que vive en la depresión, una generación que escucha los corridos hacia abajo, tumbados, que tiene que ir a estas fantasías donde es posible triunfar”.
Juan Carlos Ramírez-Pimienta
Además, gran parte de los oyentes de corridos radican en Estados Unidos, mexicanos que fueron en búsqueda de mejores oportunidades, pero en esa búsqueda también se han enfrentado a los estigmas, a la discriminación, racismo y al constante temor de ser deportados.
Y es aquí cuando escuchar este tipo de música, donde hay tres minutos de fantasía musical, en el que “los mexicanos somos todos poderosos”, llega a ser adictivo e intoxicante.
Sin embargo, esto no significa que quienes escuchan corridos sean violentos o estén de acuerdo con los miles de muertos en México.
A esto se le llama disonancia cognitiva, explica el experto que es la capacidad de tener dos sistemas de valores opuestos y reconciliarlos en la mente.

No todos los corridos hacen apología a la violencia
Si bien existen los llamados “narcocorridos”, donde se exalta la figura de los narcotraficantes, no todos los corridos hablan de lo mismo.
Los corridos ya existían desde la Revolución Mexicana, pero también hablan de amor, desamor, hasta algunos pueden considerarse fuentes históricas. No tienen una ideología o un sólo tema.
No obstante, algunos actores políticos no están distinguiendo entre corridos y aquellas canciones que pueden considerarse “narcocorridos”.
El contenido violento se puede encontrar en diversos géneros musicales, se consume en todo el mundo y no sólo a través de la música, sino en el cine o en la televisión donde está muy arraigado el papel del antihéroe o del criminal. El problema en nuestro país es que al apagar la televisión, la realidad es igual o más violenta que el contenido que consumimos.
Y en lugar de que se busque una salida fácil como censurar los “narcocorridos” y la “narcocultura”, la atención debería focalizarse en el verdadero problema: el narcotráfico.
Deja un comentario