Denuncias y testimonios de exalumnos y madres de familia sobrevivientes a la secta de Mariana Ramón en la Academia de Danza Condesa
Más de cuarenta denuncias en redes sociales han salido hacia la secta de Mariana Ramón, en la Academia de Danza Condesa a cargo del Programa Atteindre y la Compañía de Danza Kaana. En Ruido en la Red entrevistamos a ocho personas que estuvieron en contacto directo e indirecto con Mariana Ramón con el fin de que con su testimonio se evidencien los abusos que por años sufrieron.
Aquí te compartimos todo lo que pasaba dentro de esta secta que muestra como aún existen “profesoras y profesores” que aprueban y practican la violencia como método de enseñanza.

Abuso emocional, físico y psicológico
En todos los testimonios recabados cuenta con una historia en la cual Mariana Ramón ejerce abuso emocional, físico y psicológico, por ejemplo:
- Melanie Moreno (exalumna)
«Yo soy Melanie Moreno, tengo 26 años e ingresé al programa como alumna a los diecinueve en el 2018 y me salí en el 2020.
Mariana Ramón estaba muy orgullosa de lo condicionados que ya nos tenía para hacerle caso. Ella solo chasqueaba y nos levantábamos. Yo tenía ataques de pánico en el metro y ya no podía llegar a las clases.»
- Sahian (exalumna)
«Yo soy Sahian y estuve dos años en el Programa Atteindre. Estar con ella ensayando era un constante: “No puedes hacerlo” , “eres un estúpido, un inepto”, «no puedes hacerlo, eres un bruto”, incluso te pegaba.»
- Crystal (exalumna)
«Hola, mi nombre es Crystal. Yo estuve en el programa de 2018 hasta finales de 2019, casi dos años. Con Mariana nos sentábamos a platicar y nos decía ¿por qué tienes miedo?, ¿por qué te sientes triste?, ¿por qué pasa esto?
Nos hacía decir cosas que eran vulnerables para nosotros y al momento de coreografiar o de hacer clases siempre lo sacaba como a la luz ante otros compañeros que tal vez no habían estado en ese momento o lo repetía de forma hiriente para que a nosotros pues nos causara algo.»

Manipulación psicológica y control sectario
Dentro de la academia se generó un ambiente de culto hacia Mariana Ramón, con las características propias de una secta destructiva: aislamiento, manipulación, control emocional, victimización, falsas y promesas de éxito.
- Mar Arzate (exalumna)
«Yo soy Mar Arzate, hija de Mar Nava. Yo entré en 2020 a los 16 años y pues salí en junio de 2024. Había correcciones con golpes pues en los brazos, en las piernas, en las clases de ballet, por ejemplo, teníamos muy normalizado escuchar manotazos pero muy fuertes y que se quedara la mano marcada.«
- Crystal (exalumna)
«Ella nos decía que se prostituía para que nosotros pudiéramos competir o viajar o ir a festivales. Siempre lo recalcaba y nos decía que lo hacía por nosotros y que nosotros teníamos que retribuírselo de alguna forma y la forma era que nos pidiera hacer algo y lo hiciéramos.
No nos dejaba ir a ver danza o teatro en en ningún otro espacio, no podíamos ir a alguna función. No podíamos ir a tomar una clase fuera porque si se enteraba, nos exhibía ante todos y que éramos los peores y unos malagradecidos con ella y se ponía a llorar. Siempre decía que ella no había querido tener hijos, pero que nosotros éramos como sus hijos.«
- Mar Nava (madre de exalumna Mar Arzate)
«Hola, yo soy Mar Nava, mamá de Mar Arzate. Yo lo que creo es que esta persona debe de estar detenida porque sus delitos tienen que ver con la explotación infantil.
Definitivamente es una persona altamente nociva para la sociedad y para estos jóvenes que van con un sueño de ser bailarines y les baja el cielo y las estrellas les promete y no les da absolutamente nada más que explotarlos para su beneficio personal.»

Explotación laboral y violencia económica
Las y los estudiantes de la academia trabajaban sin remuneración como recepcionistas, profesores, trabajos de albañilería, organizadores de eventos o vendedores, con promesas de viajes o recompensas que nunca se cumplieron. Al contrario, se desviaron fondos, se manipulaban aportaciones y nunca se transparentó el manejo del dinero.
- Crystal (exalumna)
«Teníamos que vender dos cajas de chocolates cada dos semanas. En ese entonces los chocolates costaban cinco o siete pesos en 2018 y nosotros los vendíamos a veinte pesos. Obviamente era muy difícil venderlos.
Ese dinero lo metíamos en una caja pero siempre faltaba dinero. El recepcionista de ese entonces renunció y entonces a mí me dijo: “Ah, pues como tú tienes beca, tú te tienes que quedar en recepción a cubrir mientras llega alguien más”.
Entonces yo me quedé en recepción varios meses y yo tuve que planear varios eventos como funciones, ir a ver salones y hacer cosas, cobrar las colegiatura de los niños y ahí me di cuenta que el dinero de la caja donde metíamos todo, ella lo agarraba porque decía: “Ah, se me olvidó el dinero para desayunar hoy, pásame $400 pásame $600 de ahí de la caja”. Y pues obviamente ya no los reponía nunca.
Yo llegué a dar como seis o siete clases a la semana que nunca me pagaron. Al contrario, yo seguía dando colegiatura y también seguía estando en recepción».
- Mar Nava (madre de exalumna Mar Arzate)
A mi hija más o menos a los diecinueve años, la pusieron a dar clases a niños pequeños. Eso es algo muy delicado porque mi hija no es maestra, era una practicante nada más y dejaron en sus manos a niños de tres años de cuatro años.

Negación de atención médica y negligencia ante lesiones
Las lesiones que ocurrían dentro de la Academia de Danza Condesa en las clases de Mariana Ramón eran ignoradas o minimizadas. Mariana les impedía el descanso, regañaba por “debilidad” a sus alumnos para después aislar a quienes se habían lastimado para evitar “solaparlos”
- Sahian (exalumna)
«Hubo una ocasión en donde estábamos estirando y yo estoy lastimada de los isquiones, entonces, por eso a la hora del abrir split yo no puedo estirar de que full, yo me voy con mucha calma. Y yo le expliqué eso a Mariana y ella respondió: “No me importa, me jaló la pierna” y yo ya estaba a dos de llorar del dolor y ella volvió a decir lo mismo. Después de eso, paró toda la clase y nos empezó a regañar a todos, que “éramos unos chillones, que no aguantábamos nada”
- Mar Arzate (exalumna)
Yo tuve dos caídas graves. Lo que pasaba siempre era que cuando alguien se lesionaba nunca teníamos como la oportunidad de poder acercarnos a esa persona porque Mariana nos decía que era como “solaparles no la caída” y nunca les podíamos preguntar como: «oye, ¿estás bien?»
Entonces cuando yo me caí, todos se dieron cuenta, pero nadie hizo nada. Pero por el miedo, porque Mariana no nos lo tenía permitido.
- Crystal (exalumna)
Yo tuve que pasar muchísimas horas en punta haciendo un ejercicio para poder deformar mi hueso y poder juntar los huesitos. Entonces me pusieron en esa posición y fueron muchas horas de sangre, lágrimas y pues hasta la fecha tengo esa lesión de los tendones de Aquiles que ya no se quita.
Igual me pasó con la mano que me esguince en una acrobacia y no me dejó descansar. Yo fui a terapia y traía una férula en toda la mano así hasta el codo y tenía que hacer ejercicios y los parados de manos en codos para poder ser parte de la coreografía, porque si no me sacaba.

Violencia hacia la comunidad LGBTIQ+
Durante las clases se les incitaba a los alumnos ocultar su orientación sexual y se ejercía control mediante insultos y diferenciación discriminatoria.
- Diego (exalumno)
«Yo soy Diego. Tengo ahorita 24 años. Entré cuando tenía 21 en noviembre del 2021. Mi primer encuentro con Mariana lo primero que que se acercó a decirme es: “No se tiene que notar que eres gay”. Ella nos hacía creer que todo esto era normal, o sea que así era como se hacía la danza.
A mí era quebrarme y siempre me decía: “¿sabes por qué no sale? es que como eres gay te tienes que quitar muchas cosas de la cabeza porque los de tu comunidad son muy así”. Ella también tenía muy marcada la diferencia entre “gay y puto” y pues uno se tenía que estar aguantando o tenía que poner bonita cara o estarse riendo de las tonterías que ella decía.
Yo estuve en muchas ocasiones cuando Mariana le gritaba o le pegaba un compañero. A mí también me usó de ejemplo para ver qué sí era violencia y me daba golpes muy fuertes, me jalaba el cabello, patadas, y es algo que, por ejemplo con ellas no era como “tan fácil” que lo hiciera. Sí les daba manotazos, pero pero diferente.»
- Madre de alumno de la Compañía de Danza Kaana
«Esta mujer es peligrosa porque avanza poco a poco y va comiéndose las ideas y los cerebros y la evolución y el crecimiento de los chicos. Si se dan cuenta son muy pocos hombres los que hablan de esto. Son muy pocos hombres los que son bailarines y tal vez les da cierto miedo o pena externar sus ideas o sus miedos.
El violentómetro nace a raíz de la violencia contra las mujeres. Pero si nos damos cuenta aquí ya no son solo las mujeres. Ya son menores de edad, ya son niños, ya son chicos. Si lo analizamos bien a profundidad, es un conjunto, es un concurso de delitos.»
- Ericka (exalumna)
«Un día Mariana nos dijo: “A ver divídanse por orientación sexual. Aquí van a ir los que son heterosexuales. Aquí van a ir los que son homosexuales y por allá los que son otras cosas”, porque Mariana no reconoce más orientaciones sexuales. Y yo me pregunté: ¿Por qué necesito exhibir mi vida y mi orientación sexual ante mi coreógrafa para hacer una coreografía que nada tiene que ver con eso?»

Control sobre la alimentación y cuerpos
Mariana Ramón promovía estándares corporales extremos, castigaba verbalmente por la alimentación, fomentaba desórdenes alimenticios y minaba la autoestima corporal.
- Melanie Moreno (exalumna)
Todo el tiempo se les hacía mucho hincapié a mis demás compañeros que “están muy gordos» y todo este tipo de cosas. Entonces yo decía, bueno, si estos weyes están gordos, pues ¿cómo estoy yo no?. Y entonces ahí comenzó a ser más frecuente el hecho de que toda la semana yo estaba bien y comía bien, pero el fin de semana tenía unos atracones terribles.
- Crystal (exalumna)
No nos dejaba pues subir tantito de peso. Ella decía que teníamos que llegar a alcanzar el cuerpo hegemónico de la danza y que no lo teníamos, entonces no nos iban a aceptar en ningún otro lugar y a la vez decía que ninguna compañía de ningún coreógrafo en México valía la pena más que ella.
- Mar Arzate (exalumna)
«También lo que pasaba mucho en las salidas es que, por ejemplo: Salías a desayunar y te pedías unos chilaquiles, un pancito y un café. Y al siguiente día te lo restregaba, era como: “Ah, pero ayer no andabas bien tragona”. Entonces ya cuando salías de verdad tenías que tener mucho cuidado con lo que decías, con lo que comías, con lo que hacías.»

Aislamiento de redes de apoyo
Mariana Ramón alejaba a los estudiantes de sus padres, amistades y otros referentes, debilitando sus lazos afectivos para ejercer mayor control y evitar que pidieran ayuda.
- Melanie Moreno (exalumna)
«Nos alejaba de nuestros papás, de nuestros amigos y pues cuando se salía la gente también de ellos y entonces estábamos como ciegos. Mariana se aprovechaba mucho de la gente vulnerable. Y si no eras vulnerable, te convertía en vulnerable porque siempre estaba como tratando de arruinarte la autoestima.«
Madre de alumno de la Compañía de Danza Kaana
«Obviamente me culpé muchísimo. Hablaba con su papá y con el resto de la familia de ¿por qué no hicimos nada? O por qué si veíamos este tipo de cosas, no avanzamos a más.
Esto lo digo por la parte que todos van a decir: “Bueno, y los papás ¿qué no se dieron cuenta?. Uno como papá siempre trata de aceptar y de apoyarlos. Entonces, al ver que tienen talento bueno, dijimos pues le gusta.
Muchos en los comentarios decían: “bueno y por qué no hacían nada, bueno, si tanto mal te hace tu salte y ya” pero no es tan fácil. La manipulación y este sabotaje que ejercía sobre ellos es de tiempo, no se hace de un momento para otro. Yo aquí voy a seguir y soy la voz de de mi hijo y de los demás que no han hablado.«

Amenazas, contratos de silencio y cultura de miedo
A través de contratos de confidencialidad, amenazas legales y chantajes emocionales, se impuso un sistema que impedía denunciar o hablar de lo que sucedía dentro de la academia.
- Ericka (exalumna)
«Hola, yo soy Erika, hice mi audición en abril del 2022. Yo tenía 24 años en ese tiempo. De mis primeras experiencias con Mariana Ramón fue en uno de los ensayos para un concurso en donde hubo una confusión de horarios y ese día Mariana estaba muy de malas.
Ella empezó a aventar cosas y a gritar y cuando alguien de la Compañía de Danza Kaana le dijo que no había como impuntualidad por parte de nadie, sino que se había citado a los grupos a distinta hora, Mariana se super mega enojó, agarró su teléfono y se lo aventó directo a la cara a la persona que le dijo». Los insultó, se salió del salón y dijo que iba a cancelar el ensayo porque nadie la tomaba en serio ni a su trabajo y que no la valoramos.
Yo me quedé en shock y me di cuenta que para los de Kaana esto era un comportamiento bastante normal por parte de Mariana porque después de lo que pasó ellos se vieron como acostumbrados a este tipo de cosas.»
- Diego (exalumno)
Nosotros le dijimos que ya nos habíamos asesorado con un abogado y que no teníamos por qué firmarle nada. Que si ella se quería amparar que nos estaba dando el dinero con los comprobantes de pago, lo hiciera el depósito
Y también se enojó por eso y dijo: «que cómo habíamos metido a abogados». Nos hizo firmar un contrato de confidencialidad en el que no podíamos decir nada de lo que pasaba allá adentro. Esa vez que lo firmamos, no nos dejó salir del salón hasta que lo firmamos todos.

Atropellamiento de los derechos de menores de edad
Las y los sobrevivientes buscan reparación del daño, justicia legal y social, así como impedir que Mariana Ramón pueda continuar ejerciendo en el medio artístico o educativo. Denuncian también la complicidad de Alejandra Paulsen en los abusos.
- Madre de alumno de Compañía Kaana
«Cabe resaltar que Mariana no es maestra, no tiene una preparación, ni siquiera la tiene como bailarina, ni siquiera académica. No terminó la prepa. ¿Por qué siempre se relaciona con menores de edad?, ¿por qué siempre se relaciona con chavitos?, ¿no tiene familia?, ¿dónde están sus amigos adultos?»
- Mar Arzate (exalumna)
«Alejandra Paulsen sabe perfectamente todo lo que Mariana hace y está de acuerdo y la encubre.»

#NoMásSilencio
Las víctimas continúan con sus propias herramientas y recursos buscando la difusión a su caso para que haya pronta justicia y reparación de los daños.
Aquí te dejamos la página en donde se están subiendo las denuncias:
En Ruido en la Red reprobamos todas las acciones violentas por parte de Mariana Ramón hacia sus estudiantes y deseamos que no tenga de nuevo la oportunidad de lastimar a alguien más.

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