38 hondureños y 26 colombianos decidieron regresar a sus países de manera voluntaria, sin aparentes repercusiones legales y con apoyo financiero
El día de ayer despegó un avión con los primeros autodeportados de Estados Unidos, de acuerdo con la secretaria de Seguridad Interna, Kristi Noem. Este acontecimiento sucede casi un mes después de que el presidente Donald Trump anunciara esta medida para acabar con la migración irregular.
El vuelo salió desde Houston, Texas, hacia Honduras y Colombia. En él viajaron 38 hondureños y 26 colombianos, quienes por voluntad propia decidieron regresar a sus países de origen a través del proyecto «Vuelta a casa». «Si no lo haces, entonces enfrentarás las consecuencias, arresto, deportación y nunca te permitiremos regresar«, escribió Noem en su cuenta de X.
Además de recibir asistencia para el viaje, el gobierno estadounidense les dio un bono de mil dólares y la promesa de que pueden regresar a través de las vías autorizadas. «Si estas en este país ilegalmente, autodeportate AHORA y conserva tu oportunidad de regresar legalmente, del modo correcto», sentenció la secretaria de Seguridad Interior.
Por su parte, familiares y autoridades de Honduras recibieron a sus ciudadanos en el aeropuerto Ramón Villeda Morales, en San Pedro Sula. Recibieron los beneficios del programa «Hermano, Hermana, Vuelve a Casa» y un bono de 100 dólares para los mayores de 18 años, aunque casi la mitad eran más jóvenes.
Mientras tanto, en Colombia el aterrizaje sucedió en el aeropuerto El Dorado, Bogotá. El Ministerio de Relaciones Exteriores y Migración supervisó su llegada y encuentro con familiares, además los canalizó al Instituto de Bienestar Familiar y al Departamento de Prosperidad Social.
¿Cómo funciona el programa para autodeportados en Estados Unidos?
En abril, el presidente Donald Trump anunció que los migrantes sin papeles podían utilizar la plataforma CBP Home para «marcharse ahora y autodeportarse voluntariamente». En el comunicado, el mandatario dijo que las personas que tomen esta vía no enfrentarán consecuencias legales y podrían regresar a Estados Unidos si lo solicitaban a las vías autorizadas.
Sin embargo, abogados y defensores de los derechos de los migrantes lo consideran engañoso. Ya que los autodeportados no tienen una visita con un juez y su firma en una orden de salida voluntaria que avale el procedimiento.
Además, no es tan fácil que todos estos migrantes obtengan la residencia o visas de trabajo y turismo en el futuro. De acuerdo a las restricciones, si la persona estuvo menos de 180 días en territorio estadounidense de manera irregular, recibirá un veto de 3 años. En caso de permanecer un año, el veto aumenta a 10 años.
Cabe destacar que, de acuerdo a testimonios en diversos medios, muchos autodeportados en este primer vuelo eligieron irse porque deportaron a sus familiares o porque no encontraron trabajo después de las restricciones de Trump. Con esta medida, el gobierno se ahorra los 17 mil dólares que cuesta arrestar y expulsar a cada migrante.
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