El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, vinculó el autismo con el consumo de paracetamol por parte de las mujeres durante el embarazo; la aseveración que fue refutada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés).
“El acetaminofeno (principio activo del paracetamol) puede asociarse con un riesgo muy elevado de autismo”, dijo el mandatario de EU en un acto en la Casa Blanca, acompañado por su secretario de Salud, Robert F Kennedy, reconocido antivacunas, este lunes 22 de septiembre.
“Si está embarazada, no tome Tylenol (la marca con la que se vende el paracetamol en Estados Unidos). No lo tome. No pasa nada. Quizá se sienta un poco incómoda, quizá no sea tan fácil, pero no lo tome. Y tampoco se lo dé al bebé una vez nacido”, sostuvo sin mostrar datos para respaldar su recomendación.
La respuesta de la OMS vino horas después: sostuvo que los estudios que asocian el autismo al consumo de paracetamol no han sido consistentes.
“Ha habido algunos estudios observacionales que han sugerido una posible asociación entre la exposición prenatal al acetaminofén o paracetamol y el autismo, pero la evidencia sigue siendo inconsistente. Varios estudios realizados posteriormente no han encontrado tal relación, y si el vínculo fuera fuerte, probablemente se habría observado de manera consistente en múltiples estudios”, declaró el portavoz de la OMS, Tarik Jasarevic, a periodistas en Ginebra.
En un comunicado, la Agencia Europea de Medicamentos indicó que no hay evidencia de la relación del parecetamol y el autismo.
«La evidencia disponible no ha encontrado ningún vínculo entre el uso de paracetamol durante el embarazo y el autismo», sostuvo la EMA y añadió: “Como con cualquier medicamento para el tratamiento agudo, debe usarse en la dosis mínima eficaz, durante el menor tiempo posible y con la menor frecuencia posible”.
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