El expresidente de Francia, Nicolas Sarkozy, ingresó a prisión para cumplir una sentencia de cinco años por el financiamiento ilegal a su campaña electoral con dinero del dictador libio Muamar el Gadafi.
Nicolas Sarkozy ingresó a la prisión de La Santé en el barrio de Montparnasse, donde estará en un área controlada para cuidar de seguridad. Fue acompañado por su esposa Carla Bruni para entregarse a las autoridades penitenciarias, aunque apeló su sentencia y antes de ingresar insistió en su inocencia y atribuyó su encarcelamiento a una venganza.
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«Con fuerza inquebrantable, le digo (a Francia) que no es a un expresidente a quien están encarcelando esta mañana, sino a un hombre inocente (…) No soy digno de lástima porque mi esposa y mis hijos están a mi lado (…) pero esta mañana siento una profunda tristeza por una Francia humillada por un deseo de venganza”, escribió el político conservador en un mensaje publicado en su cuenta de la red social X.
Nicolas Sarkozy, quien gobernó Francia entre 2007 y 2012, no está acusado de recibido directamente el dinero para la campaña que lo encumbró a la Presidencia sino a través de dos de sus colaboradores más cercanos, Brice Hortefeux y Claude Guéant, quienes mantuvieron negociaciones con el jefe de inteligencia y cuñado de Muamar Gadafi, quien fue capturado y asesinado por fuerzas rebeldes en 2011.
El exmandatario francés fue condenado por asociación ilícita. Ya en 2023, Sarkozy fue sentenciado a un año en prisión domiciliaria por corromper a un magistrado y tráfico de influencias.
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De acuerdo con France 24, los abogados del político presentaron una solicitud de excarcelación. Ahora el tribunal tiene hasta dos meses para resolver y si el fallo es favorable afrontaría en libertad el juicio de apelación.
Nicolas Sarkozy se convirtió en el primer líder francés encarcelado desde Philippe Pétain, jefe de Estado colaboracionista con los nazis, tras la Segunda Guerra Mundial.
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