Los habitantes de la ciudad están en contra de esta legislación desde 2003
El pasado martes, el parlamento de Hong Kong aprobó una nueva ley de seguridad en el Artículo 23, la cuál persigue delitos de interferencia extranjera e insurrección (rebelión armada).
El gobierno de Pekín considera que es necesaria para mantener la estabilidad y seguridad del país. Sin embargo, recibió fuertes críticas por su carácter autoritario. La Ley de Seguridad Nacional en China está vigente desde el 2020. Tipifica acciones que podrían separar a la nación del pueblo, romper el orden o relacionadas con el terrorismo y la intervención extranjera.
«Siempre tenemos que estar atentos a los sabotajes, a las corrientes subterráneas que intentan crear malestar. Espero que podamos acelerar para que la legislación entre en vigor lo antes posible y acabar así con este problema que asola a Hong Kong desde hace más de 25 años», expresó John Lee, líder de Hong Kong.
A finales de los noventas, Reino Unido le devolvió el territorio de Hong Kong a China. Desde entonces, la seguridad es un tema importante para el gobierno de Pekín. En 2003 y 2019 los habitantes de la ciudad hicieron manifestaciones masivas, las cuales fueron reprimidas.
Desde 2020, 290 personas fueron detenidas bajo el Artículo 23, con repercusiones que van hasta la cadena perpetua. Según Amnistía Internacional, esta ley puede «registrar propiedades, bloquear o confiscar activos, e incautar material periodístico, como hizo en las dos incursiones realizadas en el diario prodemocracia Apple Daily en estos últimos 12 meses. Estos poderes sin control dejan poco margen para prevenir posibles violaciones de derechos humanos durante el proceso de investigación».
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