La sentencia llega cinco años después de que Giovanna y Mario secuestraron, abusaron y asesinaron a la niña en Xochimilco
El pasado 23 de abril, encontraron culpables a Mario Alberto «N» y a Gladis Giovanna «N» por el asesinato de la niña Fátima Cecilia. Hoy un juez dictaminó la sentencia: 170 años en prisión por los delitos de secuestro agravado y feminicidio.
El 11 de febrero del 2020, Giovanna se llevó a Fátima de la primaria Enrique C. Rebsamen, ubicada en la alcaldía Xochimilco de la CDMX. Después, la mujer trajo a la niña de 7 años con su esposo, Mario, para que abusara de ella física y sexualmente. Tras una denuncia ciudadana, las autoridades encontraron el cuerpo de la menor el 15 de febrero, en un terreno baldío a 3 kilómetros de la escuela.
La policía los detuvo en el municipio Isidro Fabela, en el Estado de México. Durante estos 5 años, la mujer ha permanecido en el reclusorio femenil Santa Martha Acatitla y el hombre en el Reclusorio Oriente. Ahora, la familia de Fátima tiene la seguridad de que los asesinos permanecerán tras las rejas, sin embargo, declararon que «su ausencia y el dolor que nos causa la perdida de su sonrisa, de verla crecer, nada lo va a reparar».
La tía de la víctima declaró a Fuerza Informativa Azteca que solicitaron la pena máxima para sentar un precedente, y que de este modo «quede claro lo que va a suceder con todas aquellas personas que se atreven a hacerle daño a las infancias».

Negligencias y retrasos en el caso del feminicidio de Fátima Cecilia
La familia de Fátima Cecilia está a poco de cerrar un episodio de cinco años donde las autoridades no actuaron de acuerdo a sus facultades. Desde que su madre intentó reportar la desaparición de su hija, la policía le dijo que debía esperar 72 horas para iniciar el protocolo de búsqueda.
Además, padres y madres de familia cuestionaron duramente por qué Fátima fue entregada con una mujer que no era su tutor. Las autoridades educativas separaron de su cargo al director de la primaria, ya que este grave descuido le costó la vida a la menor.
Por otra parte, después de cuatro años de reunir evidencias, cumplir los trámites necesarios y pasar por los múltiples amparos presentados por la defensa de la pareja; la familia de la víctima tuvo que empezar desde cero el proceso judicial. Esto debido a que la jueza a cargo solicitó su retiro por incapacidad médica.
Este suceso, además de alargar el caso, implicó que las familias revivieran el trauma de perder violentamente a un ser querido. Ya que este proceso implicó escuchar de nuevo a los testimonios y leer informes que describen a detalle el asesinato de la menor.
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