El Congreso de Perú declaró a la presidenta Claudia Sheinbaum como persona non grata, tras romper relaciones con México por dar asilo a la exjefa de gabinete del expresidente Pedro Castillo, Betssy Chávez. La declaratoria no tiene implicaciones más allá de las simbólicas, al no estar la mandataria en territorio peruano, pero es una escalada de la tensión diplomática entre ambas naciones.
Este es el episodio más reciente del conflicto con Perú que data desde 2022 en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), quien apoyó a Pedro Castillo y lo siguió reconociendo como presidente pese a ser destituido luego de su intentó de desaparecer el Congreso de su país y que, tras fallar, buscó asilarse en la embajada de México en Lima. Con ello, Dina Boluarte ascendió al poder y tres años después fue también destituida.
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El congresista fujimorista Ernesto Bustamante, al sustentar la moción, afirmó que Perú siempre ha mantenido una política exterior basada en el respeto mutuo y el principio de no intervención. “Sin embargo, en los últimos años, primero con el presidente López Obrador y, desde hace un año, con la presidenta Claudia Sheinbaum, hemos sido testigos de declaraciones y actitudes que traspasan estos límites y constituyen un agravio directo a nuestro país”.
Al igual que Sheinbaum, AMLO también fue declarado persona “non grata”, pero en 2023.
Bustamante, de extrema derecha Fuerza Popular, denunció que Sheinbaum “ha dado cobijo a personas procesadas por delitos vinculados al intento de golpe de Estado de diciembre de 2022”, en referencia al asilo concedido a la ex primera ministra Betssy Chávez, el cual fue defendido por la presidenta en días pasados cuando se anunció el rompimiento de relaciones diplomáticas.
“En el caso de Perú, lo que se hizo entonces y lo defendemos ahora, es que fue totalmente injusto la detención de Pedro Castillo, y que en realidad correspondió a un tema político que venía desarrollándose desde hace tiempo y también de una visión de mucha discriminación, de mucha parte de lo que era la parte política de Perú”, sostuvo en días pasados la presidenta mexicana quien calificó el rompimiento de relaciones ordenado por el presidente derechista José Jeri como «fuera de toda proporción».
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El legislador peruano del partido fundado por Keiko Fujimori sostuvo que Sheinbaum “viola su propia Doctrina Estrada al intervenir en procesos internos del Perú” y que sus acciones “ratifican la necesidad de defender la dignidad nacional y reafirmar el respeto entre Estados soberanos”.
Al igual que el conflicto con Perú, Claudia Sheinbaum heredó un conflicto diplomático con Ecuador por el asalto a la Embajada de México en Quito en 2024, que la mandataria ha decidido mantener, lo que no ha hecho con el frente que se abrió con España. En días pasados, celebró y calificó como “importante” y un “primer paso” por parte del país europeo las declaraciones del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, que afirmó que “hubo dolor e injusticia” en La Conquista y que “justo es lamentarlo”.
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