Los visitantes deben pagar 5 euros para ir a la ciudad de los canales
Venecia quiere reducir la cantidad de turistas que entran a la Ciudad de los Canales, lo harán cobrándoles un boleto a los visitantes.
Venecia es Patrimonio Mundial de la Unesco desde 1987. ¿Cómo no serlo? Si al mencionarla lo primero que se nos viene a la mente son dos enamorados paseando por sus canales. Sin embargo, justo su gran atractivo es un arma de doble filo para las personas que habitan ahí.
Desde 1950, 125 mil personas tuvieron que desplazarse del centro histórico. En las semanas de mayor afluencia, hasta 100 mil turistas visitan y se hospedan en la ciudad. En contraste, solo 50 mil personas tienen sus hogares y rutinas ahí.
Si bien el dinero del turismo es fundamental para Venecia, no todo se puede solucionar a billetazos descontrolados.
También existen consecuencias negativas, como el poco acceso a la vivienda, pues muchos prefieren alquilar sus casas a turistas en lugar de a personas que buscan un hogar a largo plazo.
Además, por poco pasa a ser un patrimonio en peligro. El cambio climático, la urbanización y el turismo en masa ha dañado visual y estructuralmente la ciudad. Aunque el gobierno tomó medidas como prohibir los grandes cruceros por el canal de San Marcos, esto no fue suficiente para que Venecia perdiera su encanto.
El aumento en el nivel del mar, la pérdida de las rústicas casas por los grandes rascacielos y los puentes abarrotados de turistas están convirtiendo a la ciudad del amor en un parque de atracciones.
¿Cómo funcionará el cobro a turistas de Venecia?
Las personas mayores de 14 años que quieran visitar Venecia deberán hacer un registro por internet. Ahí pagarán 5 euros por un código QR. Este boleto digital les permitirá el acceso desde las 8:30 hasta las 16 horas, si quieren pasar la noche deberán pagar una extensión.
Aunque no habrá un límite de boletos, el gobierno espera que esta medida reduzca la cantidad de turistas. A partir del 5 de mayo esta medida solo se implementará los sábados y domingos, hasta el 14 de julio.
Servirá como una especie de experimento no solo para Venecia, si no también para ciudades que atraviesan por el mismo problema en países como España o Japón. ¿Te imaginas que se aplique en México? ¿En qué lugares te gustarían?
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