Durante su cierre de campaña, Claudia Sheinbaum se comprometió a ser una buena presidenta de México y continuar con el legado de AMLO
En un vestido guinda con un cintillo de flores istmeñas bordadas, zapatillas hueso y con el singular peinado de coleta, Claudia Sheinbaum segura de su triunfo electoral se compromete a «entregar mi alma, mi vida y lo mejor de mi misma» para conseguir el bienestar del «pueblo» como presidenta de México.
Desde un templete enfrente desde donde podría gobernar a partir del 1 de octubre próximo, Sheinbaum no se olvida que viene del movimiento social. Ser luchadora social le dejó claró la forma de ejercer el poder: con «honestidad y humildad».
Con claridad, también manifiesta que gobernará y conducirá a México por el «sendero de la paz, la seguridad, la justicia, la democracia y las libertades».
Sheinbaum se muestra cercana ante los miles de asistentes que acudieron a su cierre de campaña en el Zócalo de CDMX. Les agradece por el apoyo brindado en los últimos tres meses. Desde marzo hasta este 29 de mayo, en sus mítines a lo largo de todo el país se reunieron 3 millones de personas quienes quieren la continuidad de la «Cuarta Transformación». «Gracias, gracias, gracias por tanto» dice también a aquellos que casa por casa han difundido la «revolución de las conciencias».
El amor que he recibido me compromete más que nunca. Por eso les digo: no los voy a defraudar»
Claudai Sheinbaum
Ella les regresó ese amor en su llegada. Saludó a algunos de los miles de simpatizantes que la esperaron en las calles aledañas al Zócalo de CDMX. Mujeres, hombres de todas las edades la buscaron para saludarla, para lograr una foto con ella.
La candidata caminó sin prisa, pero la amenaza de lluvia durante la tarde del cierre de su campaña la hizo apresurar el paso. En no más de quince minutos recorrió el sendero que la conducirá al templete desde donde dijo su último discurso antes del comienzo de la veda electoral.
En el templete ya le esperaban Clara Brugada -candidata por la jefatura de Gobierno de CDMX- e integrantes de su equipo de campaña. La acompañaron, su coordinador de campaña Mario Delgado y Marcelo Ebrard -coordinador del voto en el extranjero-.
Sheinbaum continuará con legado de López Obrador
La candidata de la coalición Sigamos Haciendo Historia continuará el legado del presidente Andrés Manuel López Obrador: construirá el segundo piso de la «Cuarta Transformación».
Así como López Obrador hizo historia en 2018, Sheinbaum lo hará. Hace seis años, la población votó por iniciar de manera pacífica esta transformación «de la vida pública de México».
Sentencia continuar con políticas públicas que beneficien a los de abajo, a los pobres. Defenderá la democracia -a diferencia de «los conservadores»-; habrá libertad y se respetará la dignidad de todos sin importar estén de acuerdo o no con el proyecto de nación que representa. Gobernará desde el humanismo mexicano, es decir, desde la eliminación del clasismo, el racismo y el machismo -principios propios de la derecha-.
La respuesta de quienes la arropan desde un Zócalo abarrotado de entusiasmo es:
¡Presidenta!, ¡presidenta!, ¡presidenta!, ¡presidenta!»
Claudia Sheinbaum asegura que mantendrá la asuteridad repúblicana, gobernar con honestidad, sin influyentismos, sin corrupción, ni impunidad. Mantendrá las finanzas del país en disciplina: garantiza la inexistencia de los gasolinazos, el aumento a la luz y el gas.
Pero sobre todo, se compromete a ser una presidenta que esté a la altura de la generosidad y grandeza de la historia y del pueblo.
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