Hvladimir, la supuesta beluga espía rusa fue hallada sin vida

El cuerpo de la beluga Hvladimir supuesta espía rusa, fue encontrado en Noruega: Sus restos se examinarán para determinar la causa de muerte

La beluga Hvladimir señalada de ser una espía rusa, fue hallada sin vida en las costas de Noruega. La última vez que fue vista públicamente fue en abril de 2019 donde se grabó como llevaba un arnés con una pequeña cámara.

Hvaldimir, que medía 4,2 metros y pesaba unos 1.225 kilos aparentemente fue domesticada por lo cual tenía una relación muy accesible con los humanos.

Esta es la segunda ballena beluga con arnés que aparece en la costa de Noruega. La principal hipótesis que hay hasta el momento es que la marina rusa está entrenando a los animales con fines secretos. https://t.co/3kcotg15vi pic.twitter.com/HxcykXU2Dn

— Clarín (@clarincom) May 3, 2019

El hecho de que la beluga fuera una espía rusa nunca se comprobó, pero nunca se desmintió. De acuerdo con Marine Mind, su muerte fue muy impactante para muchas personas, ya que Hvladimir era muy conocida. Asimismo, se informó que sus restos fueron tomados y serán conservados hasta poder dar con el motivo de su muerte.

Este hecho hace necesario el hablar acerca de los animales “al servicio” del espionaje y de cómo esto pone en tela de juicio la ética humana.

Ética y vida animal

A lo largo de los años a los animales se les ha considerado objetos y no sujetos. Diversas especies se eligen en función de herramientas para conflictos armados o para “prevención” del estado.

Por ejemplo:

• En 2009, la Marina de EEUU “enlisto” a 20 delfines y lobos marinos para vigilar sus bases en el mar
• Y la CIA también entrenó cuervos para espiar conversaciones y mover objetos
  Que a los animales se les manipule y condicione con fines que solo beneficien a los humanos, implica someterlos a estrés y maltrato.

5/11 Así es, la CIA crea un ciborg: implanta en el canal auditivo de un gato un micrófono (de ahí el nombre del proyecto), una antena a lo largo de la columna y una batería y un transmisor en su pecho. Un pequeño Frankencat con capacidad de retransmitir conversaciones sensibles. pic.twitter.com/8ASHSZbvIZ

— Ion Ormazabal (@OrmazabalIon) May 2, 2021

De acuerdo con la Declaración Universal de los Derechos de los Animales, se les debe respeto a las diferentes especies, así como no someterlas a sufrimientos innecesarios o a condiciones que comprometan su bienestar.

Los animales cuentan con “autonomía de la preferencia”, es decir, cuentan con una capacidad de actuar en busca de la satisfacción de sus deseos y su supervivencia, según la comisión de Bioética y Bienestar Animal.
Sin embargo, a pesar de contar con esta autonomía, no pueden dar su consentimiento debido a la falta de un lenguaje exacto entre animales y humanos.

Por lo cual, forzarlos a realizar tareas que van en contra de su naturaleza o que les causen daño es cuestionable y muy difícil de justificar. En la actualidad ya existen otras alternativas tecnológicas como los drones, que permiten eliminar el uso y abuso de los “animales espías”.

Ya que estos seres, también están dotados de sensibilidad, memoria y SUFREN SIN PODER ESCAPAR DE ESE DOLOR COMO CUALQUIER SER HUMANO. Por lo cual es nuestra responsabilidad aportarles los cuidados necesarios en beneficio de su salud y una vida digna dentro de sus ecosistemas.