Hay 22 quejas presentadas ante la CDH de CDMX tras la represión brutal y tortura física, psicológica y sexual por policias en Tlalpan el 5 de septiembre
La represión de policias a defensoras y defensores del territorio no sólo ocurrió en Xochimilco el pasado jueves 5 de septiembre, también en Tlalpan. Activistas acusan al menos ocho delitos que elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana habrían cometido, entre ellos, uso excesivo de la fuerza, robo con violencia; tortura psicológica, física y sexual.
Después de los ataques en Xochimilco se orquestó un ataque policial con una brutalidad extrema por el Gobierno y la Secretaría de Seguridad Ciudana de CDMX»
Aquél día pobladores del pueblo San Gregorio Atlapulco se manifestaron frente a las oficinas de la alcaldía Xochimilco. Por ello, recibieron una golpiza por un grupo de choque. Al rededor de 30 personas encapuchadas llegaron con armas, cuchillos y palos. Dieron parejo a adultas, adultos mayores y jóvenes. Otro resultado del ataque fue la desaparición y arresto arbitrario de cinco activistas quienes fueron llevados al Ministerio Público de La Joya en Tlalpan.
Los «golpeadores», presuntamente, están al servicio del exalcalde de Xochimilco José Carlos Acosta y del director general de jurídico y de Gobierno de la alcaldía Francisco Pastrana, acusaron los activistas en conferencia de prensa.
Este acto de represión muy selectivo contra los manifestantes lo denunciamos como el halconazo morenista»
Decenas de manifestantes se reunieron a fuera del Ministerio Público de Tlalpan para exigir la liberación de:
- la vocera de la Comunidad Otomí residente en CDMX y delegada del Congreso Nacional Indígena, Anselma Margarito Francisco;
- Jorge Manuel Cansino García y Uriel García Rojas del Colectivo Conciencias y Libertad-UNAM;
- Rodrigo Martínez Contreras de la Coordinación Metropolitana Anticapitalista y Antipatriarcal; y
- de Penélope Estefanía Galicia, comunicadora comunitaria de Radio Zapote.
La violencia y represión en Tlalpan
Al rededor de 300 policias con escudos y cascos -entre ellos Los Zorros y Ateneas- llegaron al Ministerio Público. Rodearon el edificio y entraron por detrás. En el sitio había mujeres, adultos mayores, niños observadores de derechos humanos. Pero eso no les importó a los policias; lanzaron gases (que la Secretaría de Seguridad después negó haber usado) y usaron la fuerza contra los presentes.
En la calle Matamoros, los policias aglutinaron a los manifestantes. Más de 100 elementos corrieron hacia quienes exigían justicia. A algunos los selañaron con comentarios transfóbicos y machistas a personas en particular. Tras ser señalados, entre 20 y 30 policias los rodearon, golpearon, arrastraron, los desnudaron, robaron sus pertenencias y los detuvieron arbitrariamente, denunciaron activistas desde la «Casa de los Pueblos Samir Flores Soberanes», en Coyoacán.
Durante esa noche, también 14 personas más fueron detenidas. De las cuales, a cuatro las subieron a camionetas de la SSC. Tuvieron que permanecer agachados para que las cámaras privadas o del C5 no los registraran. Esta fue una orden de los policías, orden que aprovecharon para continuar con los golpes.
Diez de los 14 detenidos los metieron al Ministerio de Tlalpan. A nueve se les obligó a entrar a cuartos, se les torturó «física, sexual y psicológicamente». Además de ser fotografiados con los propios teléfonos de los policias. Las fotografías las enviaron a grupos de redes sociales como WhatsApp e Instagram.
Ante lo sucedido, fueron presentadas 22 quejas ante la Comisión de Derechos Humanos de CDMX.
Los delitos que los policías de la SSC cometieron, probablemente, son:
- el uso excesivo de la fuerza policial,
- también lesiones de primer y segundo grado,
- robo con violencia,
- criminalización de la protesta pública,
- abuso de autoridad,
- omisiones a protocolos de actuación,
- detención arbitaria,
- tortura física, psicológica y sexual.
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