Erika fue encontrada sin vida dentro de su celda el 3 de noviembre, y un día despúes Cornelia murió en las duchas del Cefereso 16 de Morelos
El Órgano Administrativo Desconcentrado de Readaptación Social (OADPRS) informó sobre el fallecimiento de otras dos mujeres dentro del Centro Federal de Readaptación Social 16 CPS Femenil de Morelos (Cefereso 16).
La cárcel federal femenina, que ya acumula 19 presuntos suicidios de sus internas, fue escenario de la muerte de Erika y Cornelia el 3 y 5 de noviembre.
Encuentran sin vida a Erika en su celda en el Cefereso 16
Erika fue encontrada sin vida dentro de su celda la noche del 3 de noviembre.
OADPRS detalló que le practicaron “de inmediato” la reanimación. Sin embargo, los médicos diagnosticaron su muerte a causa de un “paro cardiorrespiratorio por asfixia por ahorcamiento”.
De acuerdo con información que obtuvo El País, la joven de 23 años, era de Guanajuato. Tiempo atrás había manifestado deterioro en su salud mental, pero la dependencia que gestiona las prisiones le dijo que no tenía psiquiatra disponible.
Además, Erika presentaba malestares físicos y pasaba mucho tiempo aislada, reportó El País.
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— Defensoría Pública Federal (@defensoriaifdp) November 6, 2024
El IFDP da seguimiento a las condiciones de internamiento en el CEFERESO 16 tras la muerte de dos mujeres más#IFDPContigo #SomosPJF pic.twitter.com/zDEvZmh1Wb
Muere otra mujer en el Cefereso 16
Un día después de la muerte de Erika, el 5 de noviembre, Cornelia también fue encontrada sin signos vitales en las duchas de la prisión. Las autoridades declararon su muerte por asfixia por ahorcamiento.
La jóven de 27 años, originaria del Estado de México, había mencionado que tenía dolores físicos.
El centro penitenciario donde fallecieron Erika y Cornelia, es investigado desde hace un año por las condiciones de tortura, aislamiento y falta de atención médica.
Dichas negligencias han llevado a 19 internas a desvivirse desde 2022. Seis de ocurrieron este año.
De acuerdo con el Instituto Federal de la Defensoría Pública estás muertes evidencian, una vez más, la profunda vulnerabilidad en la que se encuentran las mujeres en el sistema penitenciario federal.
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