Los pandilleros de Barrio 18 vivían con comodidades
Durante el operativo «Recuperación del Infiernito», 400 policías catearon una prisión que se consideraba de máxima seguridad en Guatemala. Sin embargo, en una redada anterior desmantelaron un centro de telefonía donde los reclusos hacían extorsiones.
Más de 200 pandilleros del grupo criminal Barrio 18 se encontraban detenidos aquí. En Escuintla, cerca de la capital, los reos disfrutaban de toda clase de comodidades. Encontraron televisores, neveras, sillas para videojuegos y hasta gallinas y cocodrilos. Los animales estaban en el patio trasero y en piletas, como muestra del total descontrol en la cárcel.
Así recuperaron «El Infiernito» en Guatemala
Los integrantes de Barrio 18 fueron trasladados a otras prisiones con el fin de desmantelar el colectivo que formaron en El Infiernito. El ministro del Gobierno, Francisco Jiménez, reportó en su cuenta de X que la cárcel ya fue recuperada por el estado.
Además de llevarse los muebles y electrodomésticos que ingresaron de manera clandestina, eliminaran el acceso a la electricidad para que los futuros reos no puedan cargar celulares o algún otro aparato. Además, limpiarán los grafitis de los muros, escanearan los pisos y paredes para buscar alguna otra actividad ilícita.
Para evitar que las autoridades vuelvan a perder el poder en El Infiernito, capacitaran constantemente a un grupo de guardias de élite. Y para evitar sobornos, este personal de seguridad no podrá ser identificados por su nombre.
Los grupos Barrio 18 y los Mara Salvatrucha son las principales organizaciones delictivas de Guatemala, ya que se dedican a las extorsiones y amenazas de muerte dentro de las prisiones.
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