La SEP de Hidalgo comunicó que fue un accidente
Adriel, un niño de once años, murió por ser víctima del bullying. El pasado 7 de marzo, en la primaria Benito Juárez del municipio Santiago de Anaya, Hidalgo, sus compañeros lo tiraron y patearon provocándole daños severos.
Los padres contaron en medios locales que el director de la escuela llegó a su casa con el niño, les explicó que dos compañeros lo tiraron y se fracturó el hombro. Se notaba nervioso, no dejó hablar a Adriel y les pidió que se mantuvieran con contacto sobre la salud del menor, sin embargo, hasta el momento los padres no recibieron comunicación con él.
Adriel le contó a sus padres que el ataque comenzó cuando estaba en clases, la maestra no estaba y una vez que sus compañeros lo tiraron, lo empezaron a patear. Los padres le hicieron una placa al pequeño, se dieron cuenta que también tenía una costilla rota.
Cuando salieron del médico, se quejó mucho de que le dolía la cabeza y se desvaneció, fue llevado al Hospital General de Actopan, pero ya no reaccionó. Después de pasar unos días inconsciente, el pequeño tuvo muerte cerebral el 12 de marzo.
Piden justicia por el niño que murió víctima del bullying
A pesar del testimonio de los padres y de los otros infantes que presenciaron el suceso, la Secretaría de Educación Pública de Hidalgo emitió un comunicado, donde se refirió a la muerte de Adriel como un accidente y omitió la agresión física.
Los padres de Adriel exigen justicia, pues dicen que la maestra y el director fueron negligentes ante el acoso escolar y el ataque. El menor ya había pedido ayuda, pues sus compañeros le quitaban su dinero, su madre habló con el director pero él no tomó alguna acción.
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